En la entrevista nos dice Corazón que prefiere un estudio pequeño para sus trabajos, ya que según él se estaba convirtiendo en un empresario. Para diseñar necesita sentir una empatía por los logotipos que le hayan encargado, para de esta forma tener un compromiso pleno con el trabajo encomendado.
Corazón entiende el diseño como “una herramienta para mejorar nuestra relación con los que nos rodea, con el entorno y con los objetos y símbolos que conforman nuestra cultura”.
Para Corazón actualmente se está desviando la atención a lo que es mediáticamente más llamativo, se banaliza el diseño, llegando a la conclusión de que vivimos unos momentos de extraordinaria mediocridad. Porque lo que prima es la búsqueda del éxito por la vía fácil, todo esto por la falta de compromiso, de ambición en el propio trabajo. Se trata de un síntoma de ignorancia y falta de cultura, y los medios son en parte muy culpables de la primacía de la estética sobre los contenidos.
Corazón asegura también en la entrevista que está en contra de los concursos de diseño, ya que la mejor forma es que el trabajo de diseño exija una relación muy directa con el cliente, porque él es quien va corrigiendo, perfilando y entendiendo.
Para él la sociedad empieza a aparecer moderna, gracias a las nuevas generaciones de diseñadores, ya que es donde el diseño empieza a adquirir su verdadero status.
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